Soy un aficionado a la publicidad desde hace muchos años. Recuerdo que cuando el antiguo Canal + emitía los maratones de publicidad (con casi 4 horas de anuncios), los grababa para verlos con los análisis de expertos que hacían de jurado en los distintos certámenes o festivales.
Cuando explico el marketing mix me gusta dedicar tiempo a la publicidad y siempre les pido a mis alumnas y alumnos que intenten averiguar o descubrir todo lo que se esconde en un anuncio. Es muy divertido e interesante, porque cuando empezamos a desmenuzar cualquier anuncio se dan cuenta la cantidad de claves, símbolos y mensajes que no se perciben a simple vista; por supuesto otros muchos son muy obvios. La mayoría, por desgracia, se basan en una concepción del hombre y de la mujer absolutamente sexista y sexual.
Estos anuncios son un claro ejemplo de la utilización de la mujer en publicidad. Yo señalaría dos vertientes:
1. Los anuncios que están dirigidos exclusivamente a mujeres porque se refieren a productos que supuestamente solo pueden utilizar mujeres. Podemos ver en el siguiente ejemplo que lo único que ha avanzado en décadas es el formato.
2. Los anuncios de cualquier otro producto, a priori no relacionado directamente con la mujer, pero que la utilizan como reclamo sexual para captar la atención del posible comprador.
Además de todo esto, tenemos el carácter absolutamente estereoripado de la gran mayoría de los anuncios, es decir, los productos dedicados al género femenino tienen una estética (formato, colores, banda sonora, etc.) determinada y absolutamente distinta de los anuncios dirigidos al público masculino:
Estos anuncios son un claro ejemplo de la utilización de la mujer en publicidad. Yo señalaría dos vertientes:
1. Los anuncios que están dirigidos exclusivamente a mujeres porque se refieren a productos que supuestamente solo pueden utilizar mujeres. Podemos ver en el siguiente ejemplo que lo único que ha avanzado en décadas es el formato.
2. Los anuncios de cualquier otro producto, a priori no relacionado directamente con la mujer, pero que la utilizan como reclamo sexual para captar la atención del posible comprador.
Además de todo esto, tenemos el carácter absolutamente estereoripado de la gran mayoría de los anuncios, es decir, los productos dedicados al género femenino tienen una estética (formato, colores, banda sonora, etc.) determinada y absolutamente distinta de los anuncios dirigidos al público masculino:
No hay comentarios:
Publicar un comentario