Para empezar he de decir que estoy totalmente de acuerdo con lo que explican Gemma Torres y Mª del Carmen Arjona en su guía sobre coeducación.
Como ya he comentado en alguna entrada, los estímulos que reciben niños y niñas desde su nacimiento, son innumerables y continuados, y atacan a su cerebro de forma consciente pero también (y es lo peor) subliminal. Son como una ola gigante que no se puede "surfear", estamos condenados y sobre todo condenadas a que nos pase por encima.
La costumbre (yo diría manía) de utilizar un lenguaje hacia los niños con rudeza y hacia las niñas con dulzura, es una gota continua que va horadando la lógica de la igualdad.
En cuanto a la segunda pregunta planteada, acerca de qué otros mensajes que refuercen estos estereotipos podemos señalar, hay múltiples y numerosos ejemplos. Las autoras de la mencionada guía exponen en la misma, por ejemplo, un cuadro de las características o rasgos de la personalidad estereotipados tanto para hombres/niños como para mujeres/niñas que se van inculcando, consciente o subconscientemente desde la cuna. Algunos ejemplos serían:
Masculinos Femeninos
Estabilidad emocional Inestabilidad emocional
Dinamismo Pasividad
Agresividad Ternura
Tendencia al dominio Tendencia a la sumisión
Valentía Miedo
Para terminar, una magnífica crítica a una de las expresiones más tradicionales y machistas de nuestro léxico:
No hay comentarios:
Publicar un comentario